31 OCTUBRE 2005
Cuatro horas después del nacimiento de su primogénita y aún algo nervioso, el príncipe Felipe ha comparecido a las 5:53 horas, ante los medios de comunicación, en una carpa que la Casa del Rey ha instalado en uno de los aparcamientos de la Clínica, para expresar su inmensa felicidad ante la llegada al mundo de la pequeña Leonor, que pesó al nacer 3,540 kilogramos y midió 47 centímetros, según informó durante la rueda de prensa el ginecólogo Luis Ignacio Recasens. Asimismo, el doctor Recasens añadió que el nacimiento se ha producido en la semana 37 de embarazo y se ha realizado mediante cesárea a las 01:25 horas al no progresar el parto, pero que la intervención se había realizado sin complicaciones y que ambas se encuentran en perfecto estado.
El Príncipe comenzó su discurso agradeciendo la paciencia que habían demostrado tener los presentes. Don Felipe reconoció que había sido una noche muy larga, en la que los profesionales de la prensa habían tenido que soportar frío y lluvia. Asimismo, en su comparecencia el Príncipe tuvo palabras de agradecimiento para el equipo médico por la manera tan humana en la que habían sido tratados haciéndoles sentir muy seguros y tranquilos. Don Felipe aprovechó la comparecendia para explicar que el bautizo de la infanta será, "posiblemente después de Navidad", una vez que todo esté más tranquilo, y tanto madre como hija se encuentren en perfectas condiciones.
"Ver nacer a tu hijo es algo excepcional"
Tal y como había anunciado hace unas semanas, el Príncipe de Asturias permaneció junto a su esposa durante el parto. "Esto es lo más bonito que le puede ocurrir a alguien en la vida. La Princesa está bien, a pesar de que el parto ha sido por cesárea. Las mujeres y las madres sabéis mejor que nadie lo que es eso. Aún habiendo sido una cesárea, doña Letizia ha estado consciente y al tanto de lo que ocurría. Yo le iba describiendo lo que sucedía en la medida de mis posibilidades, pues desconozco este lenguaje técnico. Pero el momento de ver nacer a tu hijo es algo excepcional. Estamos felices y radiantes", dijo don Felipe, aunque reconoció que como estaba tan pendiente del estado de la Princesa, al principio no se fijó en el sexo del bebé cuando le pusieron a la niña en los brazos. Fue después, cuando las enfermeras se la llevaron para limpiarla, cuando preguntó: "¡¿Pero qué es?!".
31 OCTUBRE 2005
La pequeña "es grande y parece que fuerte", a pesar de que faltaban tres semanas para que el embarazo llegara a término, explicó el Príncipe de Asturias. "Lo que podía haber sido un parto normal se ha convertido finalmente en una cesárea". El Príncipe reconoció durante su comparecencia que la niña tiene rasgos de los dos, aunque no podría describirla con exactitud, y que se llama Leonor porque “es un nombre con vínculos históricos, pero también un nombre que nos gustaba. Habíamos barajado varias posibilidades. Tanto en el caso de que fuera niño, como niña. No lo teníamos decidido hasta el último momento y al final nos decantamos por Leonor".
Don Felipe destacó el papel que supone desde un punto de vista institucional el nacimiento de su primogénita. "Como ya dijimos cuando iniciamos nuestra vida juntos, tanto el matrimonio como la sucesión es consustancial a la monarquía parlamentaria y, por tanto, este nacimiento materializa de una manera evidente esa sucesión y es un hecho muy significativo desde el punto de vista político y constitucional", manifestó don Felipe, por lo que "nosotros y toda la Familia Real" están "muy felices por este hecho". "Esperamos poder transmitir a la pequeña Leonor la educación que nosotros hemos recibido le sirva para superar los retos, que serán grandes en su vida".
"Los Reyes estaba muy contentos"
A la pregunta de si había nacido una Reina, el Príncipe contesto “que ha llegado al mundo una Infanta y que habría que esperar a ver si se produce la reforma que propone el Gobierno y que han de valorar las Cortes Generales quienes a su vez deben plasmar el sentir general de los españoles. Los tiempos los debe marcar la propia iniciativa del Gobierno y de las Cortes"
El Príncipe de Asturias hizo mención también a la llamada que hizo a sus padres, los Reyes, haciendo hincapié en que mantuvieron la típica conversación que tienen unos abuelos con el hijo que acaba de tener descendencia. "Hablé con los Reyes en cuanto tuve ocasión, a pesar de la hora. Les transmití que era niña y que se llamaba Leonor. Estaban muy contentos, como cualquier abuelo, como cualquier padre hablando con su hijo que acaba de tener descendencia".
31 OCTUBRE 2005
La pequeña "es grande y parece que fuerte", a pesar de que faltaban tres semanas para que el embarazo llegara a término, explicó el Príncipe de Asturias. "Lo que podía haber sido un parto normal se ha convertido finalmente en una cesárea". El Príncipe reconoció durante su comparecencia que la niña tiene rasgos de los dos, aunque no podría describirla con exactitud, y que se llama Leonor porque “es un nombre con vínculos históricos, pero también un nombre que nos gustaba. Habíamos barajado varias posibilidades. Tanto en el caso de que fuera niño, como niña. No lo teníamos decidido hasta el último momento y al final nos decantamos por Leonor".
Don Felipe destacó el papel que supone desde un punto de vista institucional el nacimiento de su primogénita. "Como ya dijimos cuando iniciamos nuestra vida juntos, tanto el matrimonio como la sucesión es consustancial a la monarquía parlamentaria y, por tanto, este nacimiento materializa de una manera evidente esa sucesión y es un hecho muy significativo desde el punto de vista político y constitucional", manifestó don Felipe, por lo que "nosotros y toda la Familia Real" están "muy felices por este hecho". "Esperamos poder transmitir a la pequeña Leonor la educación que nosotros hemos recibido le sirva para superar los retos, que serán grandes en su vida".
"Los Reyes estaba muy contentos"
A la pregunta de si había nacido una Reina, el Príncipe contesto “que ha llegado al mundo una Infanta y que habría que esperar a ver si se produce la reforma que propone el Gobierno y que han de valorar las Cortes Generales quienes a su vez deben plasmar el sentir general de los españoles. Los tiempos los debe marcar la propia iniciativa del Gobierno y de las Cortes"
El Príncipe de Asturias hizo mención también a la llamada que hizo a sus padres, los Reyes, haciendo hincapié en que mantuvieron la típica conversación que tienen unos abuelos con el hijo que acaba de tener descendencia. "Hablé con los Reyes en cuanto tuve ocasión, a pesar de la hora. Les transmití que era niña y que se llamaba Leonor. Estaban muy contentos, como cualquier abuelo, como cualquier padre hablando con su hijo que acaba de tener descendencia".